Sergio Miras, un espartano sobre ruedas - Opinión

Siempre he defendido que para saber cómo es un jugador hay que mirarle a los ojos. La semana pasada asistí al Joan Ortoll y me volví a deleitar con la mirada de uno de sus gladiadores. Cicerón dijo que “el rostro es el espejo del alma” y el alma de Sergio Miras desprende pasión y bravura, dando la razón a sus actos, lucha hasta su último aliento dejándose todo hasta cumplir su objetivo.

Miras es de esos pescadores que prefiere adentrarse en aguas revueltas para intentar sacar un poco más de provecho a cada acción. El verdiblanco es un apasionado de lo que hace y constantemente nos persuade con sus lecciones de superación aplicables a todos los ámbitos de la vida. Miras se cae pero siempre se levanta, la rendición no es una opción para él y es incluso capaz de jugar con molestias como hizo esta semana.

Jugadores como él hacen grande a nuestro deporte y son capaces de afiliarle aficionados. Miras se ha convertido en una pieza clave de todos los equipos por los que ha pasado. Suma una trayectoria de éxitos que hace surrealista que no haya vestido la camiseta de la selección en alguna gran competición. Miras es humildad, fuerza, lucha, bravura, disciplina, constancia y persistencia, es un verdadero espartano sobre ruedas.

FOTO: ANTONIO LOPES / WSE